Esta conmemoración, establecida por la Organización Mundial de la Salud, tiene como objetivo fomentar el deseo de convertirse en donantes.
Históricamente, ser donante de órganos fue considerada una acción arriesgada. Hoy en día, persisten pensamientos y creencias que impiden que las personas consideren ser donantes. Sin embargo, serlo no representa un riesgo, sino una oportunidad para convertirse en la salvación de otros.
La mejor manera de conmemorar este día es desmitificar las creencias que rodean a la donación de órganos y tejidos.
En las últimas décadas, los trasplantes se han consolidado como un tratamiento médico para abordar ciertas patologías. El avance científico en este campo se refleja en la cantidad de trasplantes que se realizan en el país, lo que permite salvar y mejorar la calidad de vida de miles de personas.
A diferencia de otras prácticas médicas, los trasplantes requieren la participación y el compromiso de la sociedad. Nuestro país cuenta con médicos excelentes y centros sanitarios adecuados, aunque los trasplantes no serían posibles sin la donación de órganos.
En Argentina, los trasplantes son una realidad cotidiana. El INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) destacó el papel de los medios de comunicación desempeñan en relación con este tema.
Este aporte resulta de suma importancia ya que el trasplante de órganos es un tema sensible. Implica reflexionar y tomar una decisión que puede cambiar la vida de otras personas. Expresar la voluntad de hacerlo implica dejar constancia del deseo sobre el destino de órganos después de la muerte.
El caso de Santa Fe: cifras récords durante el primer semestre
La provincia registró la cifra más alta de donantes de órganos en toda su historia. 50 operativos de ablación, más 12 donaciones de tejidos, permitió brindar trasplantes a 121 personas en seis meses. Así lo informó el Centro Único de Ablación e Implante de Órganos (Cudaio).
En cuanto a los tipos de trasplantes realizados, se llevaron a cabo 83 de riñón, 30 de hígado, 5 de corazón, 2 hepatorrenales y 1 pulmonar. Las ablaciones fueron efectuadas en centros asistenciales tanto públicos como privados ubicados en las ciudades de Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto, Rafaela, Granadero Baigorria y Esperanza.
El Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) de Rosario lideró la lista con 15 procesos de ablación, seguido por el Hospital Cullen de Santa Fe con 6, y el Italiano de Rosario con 5. Asimismo se destacaron el Sanatorio Italiano Centro, el Hospital Ferré de Rafaela y el Hospital Centenario de Rosario.
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