Cabe aclarar que el diagnóstico mejoro en un cincuenta por ciento debido al uso de tensiómetros digitales automáticos. Estos evitan errores de medición y permiten tomas diarias.
La enfermedad afecta a más de mil cuatrocientos millones de adultos en el mundo y a un cuarto de argentinos. Sin embargo, gracias a los tensiómetros digitales, su diagnóstico mejoró significativamente.
En este sentido, un especialista indicó que “cincuenta de cada cien argentinos son hipertensos”. La mitad de esos cincuenta están controlados, pero doce de esos veinticinco restantes no saben que lo son. En otras palabras, uno de cada cuatro no controla su presión de manera correcta.
Asimismo, a través de una publicación en la Federación Argentina de Cardiología (FAC), se informó que el diagnóstico mejoró en un 50%. Esto se debe a los cambios en la toma de la presión a través de los tensiómetros digitales.
“Las mediciones exactas de la presión arterial son esenciales para controlar la hipertensión”. “Una determinación imprecisa puede afectar de forma significativa el diagnóstico y el tratamiento”, indicó un cardiólogo de la FAC.
Beneficios del tensiómetro digital automático
Estos aparatos evitan el error del operardor, esto es, si escucha o no el primer latido fuerte. Eso es lo que hay que fijarse. A su vez, este tensiómetro no redondea la presión y permite numerosas tomas sin variabilidad.
El especialista indicó que “es como un ecógrafo, que toma la sensibilidad del latido a través de la piel”. La prevalencia de la enfermedad se modificó de 22% al 53%. Esa es la cantidad de veces que se diagnóstico hipertensión en personas que se creía que no eran hipertensas, pero terminaron siéndolo.
Sobre la hipertensión
La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce sobre las paredes de los vasos sanguíneos, según la explicación médica. Se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se representa con dos números, por ejemplo, 110/70 mm Hg.
Para la mayoría de las personas, la presión arterial debe estar por debajo de 140/90 mmHg. Sin embargo, existen situaciones en las que es necesario mantener valores aún más bajos, como en el caso de personas que sufren de enfermedades cardíacas, renales o diabetes.
La peligrosidad de esta situación radica en que la presión arterial alta o hipertensión generalmente no presenta síntomas, por eso se la conoce como una enfermedad silenciosa.
Además de los factores de riesgo mencionados, el envejecimiento y la rigidez arterial en la etapa adulta mayor también pueden ser causas de hipertensión, incluso en pacientes que anteriormente tenían presiones normales.
Para prevenir que las personas con factores de riesgo y antecedentes familiares se conviertan en hipertensos en el futuro, se recomienda incorporar actividad física aeróbica regular, evitar el sobrepeso y la obesidad, especialmente en el abdomen y el tronco, mantener una alimentación saludable rica en vegetales, frutas y granos integrales, y limitar el consumo de harinas, grasas saturadas, sodio, tabaco y alcohol. También es importante evitar el consumo de drogas.
