El 1 de julio se conmemora en Argentina el Día del Arquitecto, una fecha dedicada a honrar a los profesionales de la construcción en el país.
Desde 1985, esta celebración se lleva a cabo para reconocer y destacar la labor de quienes se dedican a esta apasionante profesión.
El origen de esta festividad se remonta a la iniciativa de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA), que estableció el 1 de julio como el Día Internacional de la Arquitectura. Esta fecha conmemora la creación de la UIA el 1 de julio de 1949. Sin embargo, en 1996, la UIA decidió trasladar la celebración al primer lunes de octubre, coincidiendo con el Día Internacional del Hábitat, para resaltar la responsabilidad de los arquitectos en la creación de entornos urbanos y comunidades saludables. Así, nació el Día Internacional de la Arquitectura y el Hábitat Humano, celebrado en octubre.
A pesar de esta modificación a nivel internacional, la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA) optó por mantener el Día del Arquitecto Argentino en su fecha original, el 1 de julio. Esta decisión se tomó para continuar con la tradición de homenajear a los arquitectos argentinos en este día especial.
El Día del Arquitecto es una oportunidad para valorar el trabajo y la dedicación de estos profesionales, quienes desempeñan un papel fundamental en la creación de espacios funcionales, estéticamente atractivos y sostenibles. Su talento y creatividad se reflejan en cada construcción, aportando soluciones innovadoras y mejorando la calidad de vida de las personas.
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