Un fascinante estudio basado en biomarcadores arrojó datos sobre los secretos de la longevidad, sugiriendo que la clave para vivir más allá de los cien años podría yacer en nuestra propia sangre.
La investigación fue llevada a cabo en Suecia y publicada en GeroScience. Analizó los perfiles de más de 44.000 individuos, desvelando datos cruciales sobre cómo algunos alcanzan la centenaria marca y otros no.
El estudio, liderado por la especialista Karin Modig del Instituto Karolinska, se enfocó en doce biomarcadores comunes. Incluyó niveles de colesterol, glucosa, creatinina y marcadores relacionados con la función hepática y renal. “Los nonagenarios y centenarios han sido objeto de gran interés para los científicos, ya que podrían proporcionarnos claves sobre cómo prolongar la vida y quizás envejecer con mejor salud”, explicó Modig.
Lo que hace que esta investigación sea especialmente significativa es su amplitud. A diferencia de estudios anteriores que se centraron en grupos específicos, este análisis incluyó a una muestra diversa de la población sueca, proporcionando una visión más completa y representativa.
Resultados y conclusiones
Entre los resultados más notables se encuentra el hecho de que 1.224 personas, un 2.7% del total, vivieron hasta los 100 años. De este grupo, el 85% eran mujeres, revelando un patrón intrigante en la longevidad. Además, se descubrió que aquellos que alcanzaron el siglo de vida tenían niveles más bajos de glucosa, creatinina y ácido úrico desde los sesenta años, indicando posibles indicadores para una vida más longeva.
Sin embargo, no todas las conclusiones fueron tan sencillas. Se encontró que las personas con niveles más bajos de colesterol total y hierro tenían menos posibilidades de alcanzar los 100 años en comparación con aquellos con niveles más altos. Del mismo modo, aquellos con niveles elevados de glucosa, creatinina, ácido úrico y marcadores de la función hepática también tenían una probabilidad reducida de llegar a la centenaria marca.
Este estudio, el más amplio de su tipo hasta la fecha, proporciona una visión sin precedentes sobre los factores biológicos que pueden influir en la longevidad. A medida que los científicos continúan desentrañando los misterios del envejecimiento, estos hallazgos ofrecen pistas valiosas sobre cómo vivir una vida más larga y saludable.