Este martes se llevó a cabo la audiencia imputativa contra José Maturano, señalado como el conductor de la motocicleta utilizada en el crimen del colectivero, Marcos Daloia.
La jueza Paula Álvarez resolvió imponer prisión preventiva a Maturano, quien está acusado de homicidio doblemente agravado y tentativa de homicidio. En la jornada también se detallaron otros elementos de la investigación, que involucra más imputados y continúa en curso.
Maturano, quien previamente había sido condenado por otros delitos, fue detenido la semana pasada tras varios meses de fuga. Según los fiscales, el acusado fue el conductor de la moto que el 6 de marzo intentó asesinar a un chofer de la línea 122 en Mendoza y Cerrito. Al día siguiente, el mismo vehículo fue utilizado en el crimen de Marcos Daloia, quien trabajaba en la línea K y fue interceptado en plena labor en la intersección de Mendoza y México.
El fiscal Saldutti explicó que en ambas ocasiones Maturano actuó como coautor material. Los testigos lo identificaron y un análisis técnico cotejó imágenes de la moto con registros previos del Servicio Penitenciario, confirmando su identidad.
Además, el acusado mantenía un vínculo con un domicilio en el barrio Santa Lucía, utilizado para ocultarse, y por estos motivos, la Justicia inactivó el sitio, lo que llevó al posterior derribo de la propiedad ubicada en Nicaragua al 2100.
Una investigación que no cesa
La detención de Maturano no fue sencilla. El acusado llevaba meses prófugo y fue buscado intensamente en distintas provincias. Las autoridades realizaron allanamientos en Rosario y Córdoba. Finalmente, el 28 de noviembre, lo capturaron en la Villa 31, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, mientras traficaba estupefacientes. Maturano usó los datos de un familiar para ocultar su identidad, pero lo identificaron después de cotejar fichas de antecedentes.
La investigación aún no ha concluido y existen más imputados vinculados a los hechos. Uno de los datos más reveladores es el testimonio de un menor de 15 años, quien confesó haber estado involucrado en el asesinato del playero Bruno Bussanich y en los atentados mencionados. Este joven señaló que el marido de una mujer que lo armó fue el que manejó la moto en el asesinato de Daloia.
La audiencia y la decisión judicial
Durante la audiencia, Maturano intentó presentarse como un vendedor de frutas, asegurando no recordar su domicilio. Sin embargo, el fiscal desestimó sus declaraciones, destacando la consistencia de las pruebas y la gravedad de los delitos que se le imputan. La jueza Paula Álvarez, tras analizar la solicitud del fiscal, resolvió imponer la prisión preventiva, fundamentando su decisión en el riesgo procesal y la gravedad de los hechos.
El defensor público, en un intento por mitigar la situación de su cliente, argumentó que Maturano no formaba parte de una “poderosa banda” y que no era el mismo individuo que aparece en el video del crimen. No obstante, la jueza desestimó los argumentos y ratificó la medida cautelar.
Este caso, que involucra un entramado de violencia, tráfico de drogas y un homicidio sin resolución aún, sigue siendo uno de los más complejos de la justicia penal de la región. La detención de Maturano marca un avance, pero aún queda mucho por esclarecer. Mientras tanto, la investigación continúa, y la comunidad espera que se haga justicia por los crímenes cometidos.
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