La pandemia implementó esta modalidad, sin embargo, con el tiempo, la adopción de tecnologías digitales ha llevado a que el trabajo remoto conviva con la modalidad presencial.
Argentina, al igual que muchos países, ha experimentado un crecimiento significativo en el teletrabajo durante la pandemia y Rosario no ha sido una excepción. Aunque, en contraste, hay evidencia de que el trabajo presencial local ha logrado recuperar niveles similares o incluso superiores a los de antes de la pandemia.
La Fundación Banco Municipal ha presentado un informe exhaustivo que examina la dinámica del trabajo remoto en el Aglomerado Gran Rosario (AGR), así como en otros aglomerados relevados por el INDEC. Este informe ha identificado las características actuales de los trabajadores remotos, lo que proporciona indicios sobre los factores que podrían influir en la continuidad del teletrabajo en los mercados laborales locales.
Para calificar como teletrabajador habitual, se consideró que una persona debe trabajar principalmente desde su hogar, contar con acceso a una computadora e internet en su residencia, y utilizar tecnologías de la información y comunicación (TIC). Utilizando esta definición y basándose en datos elaborados por el INDEC, la Fundación elaboró un reporte sobre la actividad de teletrabajo que abarca información desde el cuarto trimestre de cada año entre 2016 y 2022.
Se ha observado, en primer lugar, que la pandemia impulsó el teletrabajo en todos los aglomerados, pero su expansión en Rosario ha sido notablemente menor en comparación con otras regiones. Mientras que la participación en el teletrabajo se duplicó en Rosario en el año 2020, en los demás aglomerados esta participación aumentó entre seis y once veces. Además, se ha notado que la participación del trabajo remoto disminuyó de forma generalizada en el año 2022.
Según los datos más recientes disponibles hasta el cuarto trimestre de 2022, se estima que aproximadamente el 2,4% de los ocupados en el Gran Rosario habría realizado teletrabajo de forma habitual, lo que indica una disminución en su participación en comparación con el año anterior y sitúa este valor por debajo de lo registrado en el año 2019, antes de la pandemia.
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