La reciente coronación de Carlos III ha vuelto a levantar polémica debido a la historia de Sarah, una beba que supuestamente nació como resultado de una “prueba de fertilidad” previa al matrimonio del entonces príncipe de Gales con Lady Di.
La coronación del rey Carlos III ha reavivado un gran número de rumores acerca de su vida personal. Se especula sobre infidelidades y la existencia de hijos ilegítimos. Entre los mitos y leyendas, hay quienes afirman que Sarah, una mujer que podría ser hija del rey, forma parte de una lista de supuestos herederos al trono que lidera Simon Charles Dorante Day, un inglés.
La historia detrás del posible origen de Sarah es intrigante: se dice que nació a raíz de un tratamiento de fertilización asistida que fue ordenado por la familia real para comprobar la fertilidad de la princesa Diana y del entonces príncipe Carlos. La intervención médica consistió en extraer óvulos de Diana para fertilizarlos con esperma de Carlos. Existe la hipótesis de que uno de los médicos implicados robó los óvulos para implantarlos en su esposa. Sarah habría nacido nueve meses después de la intervención.
La supuesta hija habría sido ocho meses mayor que el primogénito de Diana, el príncipe William. El médico decidió mantener todo en secreto, ya que aunque Sarah hubiera sido princesa, nunca habría podido tomar lugar en la línea de sucesión debido a que en aquella época se preferían a los hijos varones para heredar el poder.
Según fuentes anónimas de la monarquía, el príncipe William quería conocer a su hermana, pero sólo la esposa del príncipe, Kate Middleton, asistió a un encuentro previsto. Quedó sumamente impresionada al ver el parecido entre Sarah y la princesa Diana.
La mujer adoptó otra identidad y se vio obligada a mudarse y esconderse de los medios debido a las amenazas que recibió en el último tiempo. Hasta el momento, no se ha emitido ninguna declaración oficial al respecto por parte de la monarquía.
Comentarios