Máximo Ariel Cantero recibió diez años más de prisión tras ser condenado en un juicio abreviado por abuso sexual y maltrato animal.
En un juicio abreviado, Máximo Ariel Cantero y Rosa Bibiana Montero fueron condenados a 10 años de prisión por liderar una asociación ilícita, ocultar productos alimenticios para su beneficio, abuso sexual a menor y maltrato animal.
En audiencia celebrada este lunes, la Jueza de Primera Instancia Dra. Lamas González resolvió homologar el procedimiento abreviado, presentado por la Fiscalía, representada por los Dres, Valeria Haurigot, Franco Carbone y Luciana Vallarella, condenando a Máximo Ariel Cantero y Rosa Bibiana Montero a la pena de 10 años de prisión efectiva por los delitos de asociación ilícita en carácter de jefes, en grado consumado y en calidad de autores.
También se le acusa de encubrimiento calificado por lucro, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por ser cometido contra una menor bajo su guarda, y promover la corrupción de menores de 18 años, todo en carácter de autor y grado consumado.
Abuso Sexual
A Cantero se le acusa de abusar sexualmente de una menor durante sus visitas a la unidad penitenciaria mientras estaba detenido.
Los hechos ocurrieron cuando la víctima tenía entre 13 y 15 años, en la celda de la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, donde Rosa Bibiana Montero la llevaba, aprovechando Cantero y su pareja su vulnerabilidad.
Además se le atribuye haber llevado a las visitas que realizaba a su pareja en dicho reclusorio a la menor de edad, facilitando que su pareja realice actos que constituyen delitos contra la integridad sexual con la adolescente.
Los hechos se realizaron para lesionar la integridad sexual de la menor y generar hábitos sexuales prematuros, interfiriendo en su desarrollo sexual libre y progresivo.
Los demás datos en relación a los datos de cómo ocurrieron los hechos y la identidad de la víctima se mantienen en reserva.
Maltrato animal
Se les endilga a Cantero y Montero haber propiciado malos tratos y actos de crueldad contra una gran variedad de animales que mantenían encerrados en su propiedad, bajo su responsabilidad sometiéndolos al encierro, sin garantizarles el alimento, la higiene ni la atención veterinaria necesaria, los cuales se especifican a continuación:
- Poseer cinco gallos de riña, sin proveerles la atención médica necesaria, los cuales se encontraban encerrados en jaulas de madera, y someterlos a peleas clandestinas.
- Poseer 21 equinos, 31 porcinos, 2 terneros, 4 ovejas y 4 chivos, sin alimentarlos debidamente, sin recipiente de agua, y sin brindarle la atención veterinaria necesaria, causándoles con su accionar sufrimientos y padecimientos innecesarios.
- Organizar en su predio las llamadas “cinchadas”, prácticas que involucran a dos equinos, de espalda entre sí, con un carro cada uno atado a su cuerpo, para posteriormente golpear con elementos contundentes y hasta proporcionarles descargas eléctricas con “picanas”, a los fines de que los equinos se muevan hacia adelante, y arrastren al animal “contrincante”, provocando la muerte de dicho animal.
- Poseer gran variedad de aves autóctonas encerradas en cautiverio, en distintas jaulas, sin agua ni comida a disposición,
- Poseer 7 canes, negarle la atención médica necesaria, especialmente al galgo, el cual presentaba una lesión en pata delantera izquierda, al caniche adulto, que presentaba lesiones sangrantes en ambas orejas, al mestizo cachorro de color negro, que presentaba lesiones en distintas partes de su cuerpo lo que podría ser sarcopsis (sarna), al caniche cachorro, visiblemente con bajo peso.
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