El equipo dirigido por Jorge Almirón se impuso por penales luego de empatar 0-0 en ambos partidos de la llave. El arquero xeneize fue trascendental al atajar dos disparos.
Este miércoles por la noche en el estadio Juan Domingo Perón, el “cilindro” de Avellaneda, se disputó el partido de vuelta por los cuartos de final de la Copa Libertadores, donde se enfrentaban Racing Club y Boca Juniors.
Tras empatar 0-0 en el primer chico jugado hace una semana en “la Bombonera”, ambos planteles llegaban con la idea de definir la serie en los noventa minutos reglamentarios, pero un encuentro trabado y friccionado, donde ningún equipo arriesgó demasiado, obligó a que todo se defina desde el punto del penal.
Si bien el local tuvo las situaciones más claras en el primer tiempo, se encontró frente a un “chiquito” Romero que se mostró seguro bajo los tres palos en todo momento. Maxi Romero estrelló un tiro en el palo, el ex Newell’s Aníbal Moreno tuvo otra chance desactivada por el arquero y Juanfer Quintero remató desviado, mientras que Boca hizo poco y nada.
Ya en la segunda parte, Boca intentó equilibrar con Cavani, Fabra y Advíncula en ataque, pero sus jugadas se diluían rápidamente.
En los penales, Sergio Romero contuvo los remates de Piovi y Sigali, mientras que Quintero fue el único de los locales que pudo anotar. En tanto que Boca metió todos lo que pateó: Exequiel Zeballos, Lucas Janson, Edinson Cavani y Marcos Rojo acertaron y así el club de la Ribera cerró con 4-1 en la tanda y avanzó a semifinales del torneo continental, donde enfrentará al Palmeiras de Brasil.
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