Se trata de dos pacientes estadounidenses, las cuales habían perdido la capacidad de hablar debido a un ataque cerebrovascular y una esclerosis lateral amiotrófica.
A través de la integración de implantes cerebrales y algoritmos de inteligencia artificial (IA), ambas mujeres lograron superar sus limitaciones.
Científicos de dos equipos de investigación (por separado) llevaron a cabo estudios experimentales que fueron publicados recientemente en la revista Nature. Ambos estudios se centran en la creación de interfaces cerebro-ordenador capaces de traducir las señales neuronales en texto o en palabras habladas mediante una voz sintética.
Una de las protagonistas es una mujer de 67 años que enfrenta los desafíos de la ELA, una enfermedad que deteriora gradualmente el control muscular y la capacidad de hablar. Un equipo liderado por un neurocientífico de la Universidad de Stanford desarrolló una interfaz que interpreta la actividad neuronal a nivel celular y la convierte en texto. Pequeños electrodos de silicio fueron implantados en las regiones cerebrales relacionadas con el habla, permitiendo que la paciente entrene algoritmos de aprendizaje profundo para reconocer las señales específicas asociadas con sus intentos de pronunciar diversas frases.
En otro estudio, un neurocirujano y su equipo de la Universidad de California en San Francisco utilizaron una técnica menos invasiva llamada electrocorticografía (ECoG) en una mujer de 47 años que había perdido su capacidad de hablar debido a un ataque cerebrovascular. Mediante la colocación de electrodos en la corteza cerebral, el equipo logró una velocidad de 78 palabras por minuto con una tasa de error de palabra del 25,5%. Además de recuperar su capacidad de hablar, esta paciente tuvo la experiencia conmovedora de escuchar una voz sintética personalizada que imitaba su voz original.
A pesar de estos emocionantes avances, los investigadores reconocen que aún queda un camino por recorrer antes de que estos implantes cerebrales estén disponibles para uso clínico generalizado. La necesidad de mejoras en la precisión, la velocidad y la conexión inalámbrica son aspectos clave en el desarrollo continuo de esta tecnología.
Aun así, los resultados hasta ahora presentan un sólido caso de que la ciencia y la tecnología pueden converger para cambiar radicalmente las vidas de aquellos que han perdido la capacidad de hablar debido a diversas afecciones médicas.