Las bajas temperaturas del invierno pueden afectar el motor, la batería y otros componentes del auto si no se toman medidas de prevención adecuadas.
Durante el invierno, los vehículos enfrentan múltiples desafíos mecánicos por efecto del frío. Las bajas temperaturas afectan el rendimiento del motor, la batería, el sistema de refrigeración, los neumáticos y los limpiaparabrisas, especialmente si el auto permanece a la intemperie. Por eso, mantener ciertos cuidados resulta esencial para evitar daños y prolongar la vida útil del automóvil.
En primer lugar, se recomienda aparcar en lugares resguardados o, en su defecto, cubrir el coche con una lona aislante. El contacto directo con el hielo y la humedad puede afectar tanto al motor como al sistema eléctrico.
En segundo lugar, conviene revisar la batería, ya que el frío reduce su eficiencia. Si la batería tiene más de cuatro años, se vuelve más propensa a descargarse. Encender el motor con frecuencia y evitar largos períodos sin uso ayuda a conservarla en buen estado.
También es importante verificar el líquido refrigerante, que incluye propiedades anticongelantes. Debe estar limpio, dentro del nivel adecuado y renovarse según el kilometraje. A su vez, el aceite del motor pierde viscosidad en temperaturas bajas, lo que obliga al motor a trabajar más. Usar un aceite específico para invierno puede proteger el sistema interno. Antes de circular, se aconseja esperar unos minutos al ralentí, sin acelerar bruscamente.
Por otra parte, se deben levantar los limpiaparabrisas o colocar un separador bajo las escobillas para evitar que se adhieran al parabrisas. Para limpiarlo, no se debe usar agua caliente; en su lugar, se recomienda aplicar líquido anticongelante y encender la calefacción.
Finalmente, es clave controlar la presión y el estado de los neumáticos. En zonas de nieve, se sugiere usar cubiertas de invierno y cadenas. Todo esto forma parte de un mantenimiento preventivo que evita problemas costosos y mejora la seguridad.
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