Bangladesh y Myanmar fueron azotados por el ciclón Mocha, el cual se ha convertido en el más fuerte en años, provocando pérdida de vidas y cientos de heridos.
El ciclón Mocha causó daños significativos en Myanmar, provocando la pérdida de vidas y cientos de heridos. El 14 de mayo, el ciclón había cruzado la costa entre Cox’s Bazar en Bangladesh y el municipio de Kyaukpyu en Myanmar.
Se estima que el ciclón tuvo ráfagas de viento de hasta 250 km/h, lo que lo convirtió en uno de los ciclones más fuertes registrados en el país. La región es muy propensa a las inundaciones y muchas comunidades ya se han mudado a terrenos más altos a centros de evacuación designados oa áreas más seguras para quedarse con familiares.
El Plan de Preparación para la Respuesta a Emergencias Humanitarias de Myanmar se activó en todo el país desde el comienzo de la semana, y las organizaciones humanitarias han intensificado sus esfuerzos de preparación, incluido el posicionamiento previo de personal y suministros siempre que sea posible. La ONU y sus socios humanitarios han pasado la semana preparándose para la llegada del ciclón y han estado preposicionando reservas y personal listo para evaluar y responder a las necesidades tan pronto como sea seguro hacerlo.
El ciclón Mocha provocó inundaciones en Rakhine, donde muchos municipios y sitios de desplazamiento se encuentran en áreas bajas y son muy propensos a las inundaciones.
Se emiten advertencias de inundaciones en muchas áreas de todos los municipios de Rakhine con marejadas ciclónicas de hasta 3 metros. Se espera que el ciclón golpee a las comunidades del interior del noroeste, que también son propensas a deslizamientos de tierra e inundaciones. Se espera que las fuertes lluvias y los fuertes vientos asociados afecten a Rakhine y las áreas de alto desplazamiento tierra adentro en el noroeste de Myanmar.
Una amenaza habitual
En noviembre de 2007, Sidr devastó el suroeste de Bangladesh, matando a más de 3.000 personas y causando daños por valor de miles de millones de dólares.
En los últimos años, la mejora de las previsiones meteorológicas y la mayor eficacia de las evacuaciones han reducido drásticamente el número de víctimas mortales de los ciclones.
Los ciclones, a veces llamados huracanes en el Atlántico y tifones en el Pacífico, son una amenaza habitual para la costa septentrional del océano Índico, donde viven decenas de millones de personas.
En mayo de 2008, Nargis dejó al menos 138.000 muertos o desaparecidos en Myanmar, el peor desastre natural de la historia del país.
Los científicos han advertido de que los ciclones son cada vez más potentes en algunas partes del mundo debido al calentamiento global.
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