Central e Instituto protagonizaron un aburrido empate sin goles en Alta Córdoba, sin embargo, el canalla ajustó algunos aspectos y sumó fuera del Gigante.
Rosario Central empató este sábado con Instituto en Alta Córdoba 0-0 en un encuentro que aburrió a todos. Sin embargo, logró en parte algo que se había propuesto: mantener el arco propio en cero y sumar en condición de visitante.
Es que el canalla venía acumulando derrotas fuera del Gigante de Arroyito y eso le impedía forjar algún atisbo de regularidad. En un tramo final del año donde el equipo no compite por nada, es fundamental preparar el terreno para lo que viene y sentar las bases para el 2025.
La premisa siempre es hacerse fuerte de local y sumar lo más posible en cancha ajena. Central cumple hasta ahora el 50% de esta idea. Con muchos errores, claro. Matías Lequi no demuestra algo distinto a todo lo exhibido por el conjunto auriazul en este 2024.
En Córdoba, Central no sufrió en defensa, lo que es una buena señal. No obstante, el DT paró mal a los generadores de juego y el doble 9 con Ruben y Copetti no tuvo asistidores. Por el lado del local, el nivel fue similar, por lo que el resultado terminó siendo justo.
Párrafo aparte para el árbitro Luis Lobo Medina, que llenó de amarillas al equipo rosarino y lo condicionó durante todo el complemento. Una cosa es jugar mal y otra es que te inclinen la cancha. Y eso fue en parte lo que pasó en el estadio de Instituto.
Más allá del análisis de un empate chato, hay aspectos que valorar. La defensa volvió a ser firme, Ruben sigue haciendo todo arriba y siempre queda la sensación de que una vez que se le abra el arco a Copetti podemos llegar a ver otra versión del delantero. En esta oportunidad faltó algo de fortuna.
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