En Formosa cazaron y carnearon un ejemplar de yaguareté. Se trata de uno de los cuatro que quedaban en la región. El hecho generó repudio ya que se trata de una especie el peligro de extinción.
En Formosa, cazaron y carnearon a uno de los cuatro ejemplares de yaguaretés que quedan. Según informó el Ministerio de Producción y Ambiente de la provincia, detuvieron a los presuntos autores. Sin embargo, no precisaron el número exacto de detenidos. Mientras tanto, las autoridades continúan con la búsqueda de los demás responsables.
El ejemplar fue asesinado en la zona norte de Estanislao del Campo. Las autoridades tomaron conocimiento del hecho a través de una denuncia que incluía fotografías y testimonios. Este hecho causó mucha conmoción y repudio ya que se trata de un animal en peligro de extinción.
Por su parte, la Administración de Parques Nacionales (APN) repudió la muerte del ejemplar y manifestó su compromiso de proteger a los yaguaretés de estos actos criminales. Asimismo, se presentó ante la Justicia para exigir que los responsables no queden impunes. Además, solicitará que la causa pase a la Justicia Federal y la APN se constituirá en parte querellante. Esto se debe a que es la autoridad de aplicación a cargo del resguardo del Monumento Natural Yaguareté.
Sobre las acciones legales y las penas
La caza ilegal del yaguareté está penada por la ley y las penas para este tipo de delitos están previstas en la Ley de Conservación de Fauna.
Las penas van desde dos meses a dos años de prisión, con cinco años de inhabilitación especial. En casos de caza organizada o con armas, las penas se elevan a cuatro meses a tres años de prisión, con inhabilitación especial por diez años, además de una multa económica significativa calculada en función del daño ambiental.
Con respecto a lo sucedido en Formosa, la causa judicial fue caratulada por el delito de “Daño, concordante con Infracción a la Ley Provincial N° 1673/18 – Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas de Formosa, en referencia a los artículos 20 y 78”. La investigación está a cargo de la jueza Gabriela Soledad Plazas, del Juzgado de Instrucción y Correccional de la Tercera Circunscripción Judicial de Las Lomitas.
El yaguareté asesinado era un macho de gran tamaño que había sido captado por cámaras trampa en fechas anteriores. Tras el suceso, se realizaron allanamientos en dos domicilios, donde se secuestraron armas, sogas, monturas con manchas de sangre, prendas de vestir y otros elementos de interés para la investigación. La colaboración de los vecinos de la región fue clave para reconocer a los cazadores ilegales que participaron en el sacrificio del yaguareté.
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