El consumo total de carne bovina, aviar y porcina por habitante en Argentina podría ubicarse en torno a 115,2 kg en el año 2023, lo que representaría un aumento del 4,2% con respecto al año anterior y alcanzaría niveles de consumo cercanos a los del año 2017.
Cada habitante consumiría en 2023 un total de entre 4 y 3,4 kilogramos por encima de los promedios registrados en los últimos 5 y 10 años, respectivamente. El consumo de carne vacuna, aviar y porcina podría crecer 4,2% interanual en Argentina durante el corriente año y alcanzar un promedio de 115,2 kilogramos por personas, en valores similares a los registrados en 2017, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Del total a consumirse este año, la mayoría provendría de la carne vacuna, con una participación del 46% sobre el total, equivalente a 53,1 kilogramos por persona. Si se concretara este guarismo, el consumo de carne vacuna crecería por segundo año consecutivo, con una expansión del 2,3% respecto a 2022, posicionándose en niveles similares a los de 2019. En cuanto a la carne aviar, tendría un retroceso del 0,88% (0,4 kilogramos) en comparación con su participación durante 2022, mientras que la de cerdo crecería 0,2% (0,2 kilogramos) hasta los 16,9 kilogramos por habitante.
La Bolsa rosarina señaló que una de las razones que podría explicar la expansión en el consumo responde a una “mejora en la capacidad adquisitiva” de los salarios en términos de carne, lo que se calcula en base a los promedios anuales de las remuneraciones brutas desestacionalizadas, informadas por el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), divididas por la media anual del precio del kg de asado para el mismo período, relevado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA). “De este modo, la remuneración bruta promedio del sector asalariado alcanzaría para comprar 163,5 kg de asado en el 2023. Este dato indica una recuperación respecto del piso relativo alcanzado en 2021, cuando el poder de compra de los sueldos era de 134 kg, y puede ser uno de los factores explicativos del incremento en el consumo cárnico que se viene experimentando este año”, indicó el trabajo de la BCR.
A pesar de la recuperación, la entidad remarcó que “el poder de compra de las remuneraciones en términos de carne todavía se encuentra casi 10 kilogramos por debajo del promedio de los últimos 10 años“. Otra variable que destacó el trabajo para explicar la dinámica de los diferentes consumos cárnicos es la relación que existe entre el precio de la carne vacuna y el de sus opciones sustitutas (aviar y porcina) combinadas. Así, se “observa que desde 2021 la carne vacuna se ha abaratado relativamente en términos del mix de pollo y cerdo: mientras que en 2021 se podían comprar 2,1 kg de mix con lo que salía 1 kg de asado, en 2023 esta cantidad bajó a 1,9. Sin embargo, puede afirmarse que la carne vacuna aún está cara si se la compara con el promedio de los últimos 10 años, que es de 1,7 kg”.
En cuanto a la participación relativa de las diferentes carnes en el consumo total, la carne vacuna ocupa el 46% del total, con una participación de 53,1 kg por persona. Por su parte, la carne aviar tendría una participación del 39%, equivalente a 45,0 kg por persona, mientras que la carne porcina tendría una participación del 15%, con un consumo de 17,1 kg por persona.
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