Capitales chinos están interesados en invertir en un complejo hidroeléctrico entre las provincias argentinas de Catamarca y Tucumán.
El embajador argentino Sabino Vaca Narva hizo el anuncio, destacando que este proyecto conjunto entre las dos provincias es una obra pendiente desde hace décadas. El complejo, conocido como Parque Potrero del Clavillo-El Naranjal, consistirá en la construcción de dos embalses para mejorar los recursos hídricos en el límite entre ambas provincias y la implementación de un sistema de energía hidroeléctrica.
Según el embajador, este proyecto forma parte de una cartera de 20 proyectos de energía renovable que serán financiados por China, en línea con el Plan de Cooperación de la Franja y la Ruta. Se espera que los fondos destinados para el financiamiento sean en yuanes y representen más del 80% del monto total de la obra. Aunque no se ha informado el monto final, se estima que la inversión requerida será de alrededor de 1.000 millones de dólares.
El embajador resaltó la importancia de la cooperación en materia de energía limpia entre Argentina y China, afirmando que este proyecto contribuirá al desarrollo sostenible de ambas provincias y al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Sin embargo, este proyecto enfrenta críticas y preocupaciones por parte de grupos ambientalistas y diferencias entre las provincias involucradas. Según un informe publicado en La Gaceta de Tucumán, Catamarca, la provincia impulsora de las inversiones, no se beneficiaría tanto como Tucumán, ya que la mayor parte del agua en juego se origina en esta última provincia. Además, se cuestiona la viabilidad de los embalses en Catamarca y se plantea que las descargas de agua irían principalmente hacia Tucumán, donde hay áreas de posible aprovechamiento para riego, industrias y agua potable.
A pesar de estas críticas, desde la embajada argentina en China se reitera la importancia de impulsar obras en el norte del país para promover el desarrollo económico, social y ambiental, y para afianzar la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Este anuncio representa un avance significativo en un proyecto que estuvo en discusión desde la década de los ’50. Aunque aún quedan estudios ambientales y de factibilidad por realizar, se espera que la inversión china impulse el desarrollo de la región, generando energía eléctrica, almacenamiento de agua para riego, control de inundaciones y recuperación de tierras productivas. Además, se espera que fomente el turismo y la pesca en la zona.
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