En las áreas bajo advertencia, especialmente en el este del país, se prevé que la sensación térmica alcance alrededor de 43°C en los próximos días.
La ola de calor que está afectando al hemisferio norte alcanzará su punto máximo en el este de Estados Unidos durante el próximo fin de semana, con la posibilidad de experimentar temperaturas históricas en varias zonas.
Como resultado, más de 180 millones de ciudadanos se encuentran bajo alerta por las condiciones de calor extremo.
Este mes se ha destacado como uno de los más calurosos en la última década en América del Norte, y las advertencias se han extendido desde el noreste de Carolina del Norte hasta Virginia Beach, Richmond, Washington, Filadelfia y el centro-norte de Nueva Jersey.
Las autoridades de varias ciudades han emitido alertas debido a la peligrosidad del calor extremo, advirtiendo sobre sus efectos potencialmente mortales para la salud. En Boston, la situación ha sido tan extrema que ha dificultado incluso las tareas cotidianas. Mientras tanto, Washington se prepara para romper récords de temperatura con previsiones de alcanzar los 37 grados, una cifra que no se ha registrado desde 2016.
Las ciudades de Trenton y Atlantic City, en Nueva Jersey, también podrían alcanzar marcas históricas con pronósticos de 36 grados, y cabe mencionar que el mes pasado fue el junio más caluroso registrado en los Estados Unidos desde 1850.
Ante estas condiciones extremas, las autoridades estadounidenses han instado a la población a tomar precauciones y han recomendado quedarse en sus hogares, beber mucho líquido, permanecer en ambientes con aire acondicionado, evitar la exposición directa al sol y cuidar de sus familiares y vecinos.
El National Weather Service (NWS) ha informado que, aunque el fin de semana puede registrar récords históricos de temperatura, se espera que la ola de calor se disipe hacia la noche del sábado, con la posibilidad de tormentas que continuarán hasta la semana próxima.
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