La recesión y la caída en el consumo obligan a los productores a tirar toneladas de mandarinas en Entre Ríos porque no consiguen venderlas.
En medio de la profunda recesión económica que afecta al país, los productores citrícolas de Entre Ríos descartaron ocho toneladas de mandarinas debido a la caída en el consumo. Diego Cortiana, Secretario de Gobierno de Villa Rosario, confirmó que la fruta descartada “ya estaba podrida y no apta para consumo” y señaló que “la gente no puede comprarla”. El presidente de la Federación Agraria Argentina, Elvio Calgaro, lamentó que “el poder adquisitivo se desplomó”.
Descarte de alimentos
Las imágenes viralizadas en las últimas horas muestran la crudeza de la situación: un camión desechando miles de kilos de mandarinas en un basural municipal en la zona citrícola de Chajarí. El video fue compartido por Elvio Calgaro, conocido productor citrícola y presidente de la Federación Agraria Argentina, quien mostró cómo más de 8.000 kilos de mandarinas criollas fueron descartados, evidenciando la grave crisis que atraviesa el sector.
Factores detrás de la crisis
Calgaro explicó en una entrevista radial que hasta hace poco tiempo había un equilibrio entre la oferta y la demanda de fruta, gracias a la sequía que limitaba la producción. Sin embargo, las recientes lluvias y la recesión económica cambiaron el panorama. “El poder adquisitivo de la gente se desplomó y hay más fruta pero menos consumo”, señaló.
La fruta, al ser perecedera, debe consumirse en su momento adecuado. “Si no se la consume a tiempo, se pudre y no llega al mercado”, explicó Calgaro con resignación. Además, señaló que muchas propiedades tienen montones de fruta podrida debido a la imposibilidad de venderla.
Buscar alternativas para reducir pérdidas
Ante esta realidad, los productores intentan minimizar las pérdidas derivando la fruta sobrante a las fábricas de jugo. Sin embargo, estas fábricas están saturadas y priorizan el procesamiento de naranjas para jugo, que tiene una mayor demanda en el mercado internacional.
Imposibilidad de regalar la fruta
Diego Cortiana, por su parte, explicó que regalar la fruta no es viable debido a los altos costos de cosecha. “La producción citrícola de la región se destina tanto al mercado interno como a las fábricas de jugo, que hoy también están con poca demanda”, explicó. La recesión económica impactó duramente en la citricultura, una actividad que representa el 90% de la economía del departamento de Federación.
Impacto económico regional
El descarte de fruta tiene un enorme impacto en la economía regional y en los productores, que invierten grandes sumas en mantener sus plantaciones. “La preocupación de los productores es acuciante este año, con una significativa caída en las ventas que repercute en sus bolsillos y dificulta la inversión futura”, destacó Cortiana.
La Federación del Citrus de Entre Ríos (FeCiER) estimó que la producción de cítricos superó los valores promedio de años anteriores, con rendimientos de hasta 50 toneladas por hectárea en algunos lotes. Sin embargo, esta abundancia desbordó el mercado interno, ya saturado, provocando una drástica caída en los precios debido a la baja capacidad adquisitiva de los consumidores argentinos.
Comentarios