Barcelona derrotó a su clásico Real Madrid por 3-2 en la final disputada en Sevilla y se adjudicó el título por 33° vez.
En una vibrante final disputada en el estadio de La Cartuja, en Sevilla, el Barcelona se coronó campeón de la Copa del Rey 2025 al imponerse 3-2 sobre el Real Madrid. El conjunto dirigido por Hansi Flick logró su trigésimo tercer título en esta competición, gracias a un agónico tanto del francés Jules Koundé en el final del tiempo suplementario.
El primer capítulo del encuentro mostró un claro dominio azulgrana. El Barcelona controló las acciones a través de su fluidez en el pase y su potencia ofensiva, mientras que el conjunto merengue se mostró desconectado.
La apertura del marcador llegó a los 28 minutos, tras una gran acción individual de Lamine Yamal, quien subió por derecha y asistió a Pedri González. El mediocampista, desde fuera del área, disparó con precisión para colocar el balón en el ángulo derecho de Courtois.
El ingreso de Kylian Mbappé en la segunda mitad revitalizó al Real Madrid. Los blancos comenzaron a generar mayor peligro, principalmente a través de Vinicius Jr., aunque sus intentos fueron contenidos por el arquero Wojciech Szczęsny.
A los 70 minutos, tras recibir una falta cerca del área, el galo ejecutó un tiro libre para igualar el marcador. Impulsado por el empate, el Madrid dio vuelta el resultado siete minutos después, cuando Aurélien Tchouaméni conectó de cabeza un tiro de esquina pateado por Arda Güler.
Cuando parecía que el título se escapaba para los blaugranas, Ferran Torres volvió a equilibrar el marcador a cinco minutos del final, tras una asistencia de Lamine Yamal y una definición precisa tras eludir a Courtois.
En partido electrizante de 120 minutos
El árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea señaló un penal para el Barcelona en el último suspiro, tras una infracción de Raúl Asencio sobre Raphinha. Sin embargo, tras revisión en el VAR, el colegiado anuló su decisión inicial, enviando el partido al alargue.
En el tiempo suplementario, la fatiga se apoderó de los protagonistas y el ritmo disminuyó notablemente. Cuando todo apuntaba a la definición desde los penales, apareció Koundé. El defensor capturó un rebote en la medialuna y con un potente remate decretó el 3-2 definitivo que le dio la gloria al conjunto culé.
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