La industria automotriz y autopartista argentina se enfrenta a una serie de desafíos que amenazan su capacidad para mantenerse al día con la demanda.
A pesar de un alto nivel de actividad y crecimiento en la producción y las exportaciones, las medidas macroeconómicas recientes y la escasez de dólares están poniendo a prueba la capacidad de crecimiento del sector.
Desafíos crecientes
Uno de los principales desafíos es el acceso al tipo de cambio oficial y la aprobación oportuna del Sistema de Importación de la República Argentina (SIRA). Además, la reciente aplicación del 7,5% del Impuesto PAIS a las importaciones de bienes desde el 24 de julio y la devaluación del peso el día después de las PASO han incrementado el costo de los insumos importados.
Además, estas medidas, tomadas en el contexto de la preocupante falta de dólares en el Banco Central, tienen efectos retroactivos. Esto se debe a la Comunicación A 7532 del Banco Central (BCRA) que establece el pago a 180 días de las importaciones, si se busca acceder a dólares a precio oficial. Y desde abril de este año, con la entrada en vigencia de la Comunicación A 7746 del BCRA, se fija el pago a 90 de los fletes marítimos para las importaciones.
Impacto retroactivo
Las medidas que cambian la carga tributaria sobre el sector y la devaluación del tipo de cambio oficial tienen un “impacto retroactivo”, según la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC). Las importaciones que se realizaron hace seis meses, que en su momento no eran aplicables al impuesto PAIS, ahora sí están sujetas al 7,5% sobre el valor importado si el pago se realiza ahora.
Un sector en desventaja
El sector autopartista, que agrupa a unas 450 empresas, la mayoría pymes, con unos 52.000 empleos directos, se encuentra en desventaja con respecto a otros sectores. Ariel Rosenthal, gerente General Comercial de L.V. Spada y Cía S.A., fabricante de bujías y productos de encendido para motores diésel bajo la marca Kessel, destaca que “la industria está en desventaja con el campo” que logró distintas ediciones de dólar preferencial para la soja y el maíz.
Devaluación e inflación
Mariano Ojeda, gerente General de Colven, empresa que produce los calibradores de presión para neumáticos Vígía y una nueva línea de climatizadores para cabina que no usan la batería del vehículo, entre otros productos, considera que con los actuales niveles de inflación “es muy difícil planificar”, sobre todo teniendo en cuenta que la empresa tomó ya hace un tiempo la decisión estratégica de llegar a mercados del exterior.
La devaluación ofrece una pequeña mejora temporal, pero es transitoria. “En tres meses esa mejora se pierde”, señala Ojeda. Además, el 7,5% de Impuesto PAIS a los insumos importados “en el mercado interno supone más inflación”.
Redacción: RLC Noticias
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