El incremento ya se ve reflejado en algunas panaderías y se espera que se replique en otras en las próximas horas. Desde el Centro de Industriales Panaderos advierten que pese a la suba, los productos siguen por debajo del índice inflacionario.
El precio del pan en la ciudad de Santa Fe ha aumentado un 15% en las últimas horas, lo que ha llevado a que el kilo ronde los 600 pesos, dependiendo de la variedad. Este aumento se debe principalmente a la inflación, que ha afectado a toda la población, y al aumento de insumos y actualización de paritarias, según explica Marcos Carignano, integrante de la Comisión Directiva del Centro de Industriales Panaderos.
A pesar del aumento, Carignano advierte que los productos de panadería siguen por debajo del índice inflacionario a nivel interanual. Esto no significa que el incremento no impacte en el consumo del producto. Aunque no se cree que sea por el precio, se ha observado una leve baja en el consumo de pan con respecto a otras épocas, pero en general, el consumo de pan se mantiene y se compensa con los otros productos de panadería.
El valor del kilo de pan varía de acuerdo a la variedad, y el pan “milonguita” ronda los 600 pesos, mientras que el pan francés o el pan especial pueden encontrarse un poco más baratos, alrededor de los 550 pesos.
Los panaderos locales no descartan un nuevo aumento del pan y de sus derivados, ya que no hay novedades en los subsidios de la harina, con suba en las materias primas, las tarifas y el combustible, además de una inflación sin freno.
Aunque se ha aplicado un nuevo incremento en los costos de los productos panificados, los incrementos podrán variar en relación a la realidad de cada comercio. “Hay diferencias de precios lógicas, que se ven afectadas por los costos de cada empresa, que oscilarán entre un 10% a 15%”, especificó Carignano.
En cuanto al impacto del aumento en el consumo del pan, es difícil predecir su efecto a largo plazo. Aunque se ha observado una leve baja en el consumo de pan con respecto a otras épocas, el consumo de pan se mantiene y se compensa con los otros productos de panadería. Sin embargo, si los precios continúan subiendo, es posible que algunos consumidores busquen alternativas más económicas o reduzcan su consumo de pan.
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