Aumentá tu salud incorporando fibra a tu dieta

Te contamos por qué es bueno para tus intestinos que consumas fibra de manera natural, y te dejamos un listado de alimentos para incorporar día a día.

La fibra es un componente esencial de una dieta equilibrada. Especialistas recomiendan consumirla ya que desempeña un papel fundamental en nuestra salud, desde la digestión hasta controlar el peso y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.

¿Qué es la fibra?

La fibra es una sustancia que se encuentra en los alimentos de origen vegetal. Aunque no es digerible por el cuerpo humano, juega un papel crucial en la digestión y el bienestar general. Hay dos tipos principales de fibra:

  1. Fibra insoluble: Esta fibra no se disuelve en agua y actúa como un “limpiador” del sistema digestivo. Ayuda a prevenir el estreñimiento y promueve la regularidad intestinal. Los alimentos ricos en fibra insoluble incluyen el salvado de trigo, los vegetales de hojas verdes y los cereales integrales.
  2. Fibra soluble: Esta fibra se disuelve en agua y forma un gel en el tracto digestivo. Ayuda a reducir los niveles de colesterol y regula los niveles de azúcar en sangre. Alimentos como la avena, las legumbres, las manzanas y las peras son ricos en fibra soluble.

Beneficios de la fibra

  • Digestión saludable: La fibra insoluble ayuda a prevenir el estreñimiento y promueve la regularidad intestinal.
  • Control de peso: Los alimentos ricos en fibra tienden a ser más saciantes, lo que puede ayudar a controlar el apetito y reducir la ingesta calórica.
  • Reducción del riesgo de enfermedades cardíacas: La fibra soluble puede ayudar a reducir el colesterol LDL (colesterol “malo”) en sangre, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Estabilidad de azúcar en sangre: La fibra puede ralentizar la absorción de azúcar, lo que ayuda a mantener los niveles de azúcar en sangre estables.

¿Cómo aumentar el consumo de fibra?

  1. Añade granos enteros: Opta por pan integral, arroz integral, avena y pasta integral en lugar de sus versiones refinadas.
  2. Come más frutas y verduras: Las manzanas, las peras, las zanahorias, los brócolis y las espinacas son excelentes fuentes de fibra.
  3. Agrega legumbres: Los frijoles, lentejas y garbanzos son ricos en fibra y proteínas.
  4. Incluye frutos secos y semillas: Almendras, nueces, chía y linaza son opciones deliciosas y llenas de fibra.
  5. Leer las etiquetas: Al comprar alimentos procesados, busca productos con un alto contenido de fibra.
  6. Bebe agua: La fibra funciona mejor cuando se combina con una hidratación adecuada.
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