Según los últimos datos disponibles, Argentina se convirtió en el único país el mundo con una inflación anual que supera el umbral de los tres dígitos.
En un contexto global donde las economías luchan por contener los embates inflacionarios, Argentina se encuentra en una situación singular y preocupante. Esta noticia se confirmó tras la divulgación de las cifras de inflación de El Líbano, que hasta febrero también compartía este desafortunado récord. Sin embargo, la nación del Medio Oriente logró una mejoría: pasó de una inflación del 123% en febrero a un 70,4% en marzo.
En contraste, Argentina continúa enfrentando una escalada inflacionaria desenfrenada. En marzo de este año, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) alcanzó un alarmante 287,9%. Esta cifra colocó al país en la cima del ranking global. Venezuela sigue de cerca con un 89%, seguido por El Líbano con un 70% y Turquía con un 68%.
La soledad de Argentina en este ámbito se hace más evidente al observar el panorama latinoamericano. A excepción de Venezuela, el resto de los países registra inflaciones anuales de un solo dígito.
Por su parte, el presidente Javier Milei expresó confianza en un proceso de descenso de la inflación, sustentado en medidas de restricción monetaria y fiscal. Sin embargo, reconoce la necesidad de paciencia y perseverancia ante posibles repuntes causados por ajustes de precios relativos. Mientras tanto, economistas críticos del Gobierno atribuyen la caída de los precios a una profunda recesión que impactó negativamente en los ingresos de los ciudadanos.
Sobre los pronósticos
Las proyecciones futuras no ofrecen un alivio inmediato. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica una inflación del 150% para finales de este año y del 45% para 2025. Por su parte, el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central sitúa la inflación para fin de año en un 189%, con pronósticos más optimistas para el próximo año, aunque con divergencias entre distintas instituciones financieras.
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