La Selección Argentina goleó 4-1 a la verdeamarela con un alto vuelo futbolístico. Álvarez, Fernández, Mac Allister y Simeone hicieron los goles.
Argentina habló adentro de la cancha y demostró por qué es la mejor selección del mundo desde hace varios años. Mientras algunos referentes de Brasil se dedicaron a chicanear con “palizas” que lejos estuvieron de ocurrir, el equipo de Scaloni le pegó un baile de antología a la verdeamarela que fue histórico por muchos factores.
El combinado albiceleste salió a la cancha habiendo conseguido su clasificación de antemano gracias al empate de Bolivia y Uruguay, lo que le permitió jugar mucho más relajada.
El comienzo del juego estuvo a la altura de lo que un clásico de esta magnitud significa, pero rápidamente los locales serían verticales y sacarían ventaja gracias a una abrumadora superioridad.
A los 3 minutos, una buena jugada colectiva terminó con Thiago Almada habilitando desde la izquierda a Julián Álvarez, que dominó entre los defensores y definió ante el arquero. El 1-0 encontró a los brasileños boqueando ante la velocidad y la eficacia argenta.
A los 12 minutos Argentina mareó con 33 toques a un conjunto carioca que lejos estuvo de ser el de otras épocas. Una jugada infernal que terminó con Nahuel Molina habilitando desde la derecha a Enzo Fernández para que definiera por el segundo palo. Un 2-0 inapelable y contundente.
Sin embargo, a los 26 Cuti Romero se equivocó en la salida, se dejó presionar por Cunha, que le robó el balón y aprovechó la mala ubicación del Dibu Martínez para poner el 1-2.
No obstante, diez minutos después, Enzo Fernández metió un centro impecable desde la derecha para que Alexis Mac Allister anticipe y toque sutilmente por encima de Bento para el 3-1.
La estocada final
En la segunda etapa todo se hizo más peleado, Brasil era pura impotencia y Argentina pudo concretar algunos goles más, pero se relajó. Julián Álvarez siguió llevando peligro y los visitantes se mostraron ofuscados por la superioridad albiceleste.
En el minuto 25, Nicolás Tagliafico metió un centro atrás que parecía no tener receptor hasta que el recién ingresado Giuliano Simeone giró por derecha y casi sin ángulo metió un bombazo para el 4-1. Primer gol para el hijo del “cholo” y nada menos que ante Brasil.
Fue una noche redonda. El objetivo de la clasificación se logró y de paso se le dio un paseo histórico al rival de toda la vida a nivel continental.
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