Arabia Saudita y Rusia están limitando su oferta de petróleo con el objetivo de impulsar los precios en un mercado volátil.
Arabia Saudita decidió prorrogar la reducción de su producción de petróleo en un millón de barriles diarios, mientras que Rusia anuncia que reducirá sus exportaciones en 500.000 barriles diarios para el mes de agosto. Ambos países son importantes productores de petróleo y están tomando estas medidas para estabilizar los precios y apoyar la estabilidad de los mercados petroleros.
Arabia Saudita, como peso pesado dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), toma la decisión de reducir su producción en el marco de la OPEP+ (los miembros del cártel más diez socios) con la esperanza de hacer subir los precios. Esta reducción voluntaria de producción, que entró en vigor este fin de semana, continuará en agosto y podría extenderse más allá de ese período. El ministro de Energía saudita ha dejado claro que el recorte es “extensible”. Esta medida supone mantener la producción saudita en alrededor de 9 millones de barriles diarios.
Por su parte, Rusia anunció que reducirá sus exportaciones de petróleo en 500.000 barriles diarios en agosto. Esta medida forma parte de los esfuerzos de Rusia para equilibrar el mercado petrolero. Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, Rusia ha redirigido sus exportaciones de energía de Europa hacia India y China. La reacción del mercado a estos anuncios por parte de Arabia Saudita y Rusia ha sido relativamente discreta, con un ligero aumento en los precios del petróleo.
Ambos países están tomando estas medidas debido a la situación geopolítica actual y a la vacilante recuperación económica de China. La invasión rusa en Ucrania generó incertidumbre en los mercados y ha contribuido a la volatilidad de los precios del petróleo. Arabia Saudita aspira a precios altos para su petróleo con el fin de financiar un ambicioso programa de reformas que permita a su economía alejarse de los combustibles fósiles. Sin embargo, los analistas creen que el país necesita un precio del petróleo de alrededor de 80 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, un precio que está por encima de la media de los últimos años.
En cuanto a los precios del petróleo, el Brent, crudo de referencia en Europa, subió un 0,98% hasta alcanzar los 76,15 dólares por barril, mientras que el WTI, equivalente en Estados Unidos, subió un 1,02% hasta llegar a los 71,36 dólares por barril. Estos precios aún están lejos de los máximos alcanzados en marzo de 2022, cuando el conflicto en Ucrania comenzó, y muestran una caída en lo que va de año, con una disminución del 11% en el caso del Brent y del 7% en el caso del WTI.
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