Aerolíneas y APLA suspendieron una medida de fuerza tras acordar discutir salarios y puntos pendientes del convenio colectivo.
Aerolíneas Argentinas y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) lograron desactivar una posible medida de fuerza que se preveía para el miércoles 16 de abril. Tras una reunión realizada el lunes, ambas partes alcanzaron consensos parciales que permitieron suspender el paro. El gremio confirmó la voluntad de continuar negociando, especialmente frente al impacto de la inflación sobre los salarios.
El conflicto se centra en la recomposición salarial y el cumplimiento del convenio colectivo, cuyos puntos clave incluyen los tiempos de descanso, la programación de vuelos, el uso de uniformes y el equipamiento electrónico. A fines del año pasado, una readecuación del convenio eliminó beneficios como pasajes en clase ejecutiva para pilotos y sus familias, y limitó el uso de remises para traslados entre domicilios y aeropuertos.
La tensión entre las partes también responde a hechos recientes. El Gobierno intentó remover a Pablo Biró del directorio de la empresa, decisión que no prosperó. El sindicalista fue reelegido por los trabajadores como representante en el Programa de Propiedad Participada. Desde el Ejecutivo lo acusan de haber perjudicado a la compañía con paros encubiertos y cuestionamientos públicos.
Aerolíneas busca sostener su funcionamiento sin alterar los servicios a los pasajeros ni comprometer sus recursos. En paralelo, la actual administración nacional mantiene su intención de privatizar la empresa, aunque aún no cuenta con los votos necesarios en el Congreso.
Pese a las tensiones, la compañía cerró 2024 con resultados positivos. Registró un superávit financiero y su primer balance operativo favorable desde la estatización de 2008. Según la Oficina Nacional de Presupuesto, el resultado financiero ascendió a más de $156 mil millones, mientras que el balance operativo (EBIT) arrojó una ganancia de 20,7 millones de dólares.
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