En gran parte debido al fuerte consumo, el Producto Interno Bruto (PIB) del país mostró una poderosa tasa de crecimiento real anual del 4.9% para el trimestre de verano.
Las señales de advertencia de una recesión en 2024 persisten, a pesar de ciertos indicadores económicos positivos en Estados Unidos. Las ventas minoristas y la inflación han superado las expectativas por un margen considerable.
En gran parte debido al fuerte consumo, el Producto Interno Bruto (PIB) del país mostró una poderosa tasa de crecimiento real anual del 4.9% para el trimestre de verano. Sin embargo, a pesar de estas cifras alentadoras, hay signos de advertencia que no deben ser ignorados.
La política de la Fed y la inflación
La política de la Fed es una fuente de preocupación. Los responsables de la política monetaria no dan señales de ceder en sus esfuerzos antiinflacionarios.
Incluso, han indicado que aún puede haber aumentos de las tasas en el futuro y, como mínimo, las mantendrán elevadas hasta que las presiones inflacionarias hayan regresado firmemente a la tasa preferida de la Reserva Federal del 2% anual, una meta que aún parece lejana.
Seguramente los formuladores de políticas han notado que la inflación del PIB en realidad se aceleró durante el tercer trimestre a una tasa anual del 3,5%, frente a un reconfortante 1,7% en el trimestre de primavera.
Si bien tales respuestas de la Reserva Federal no garantizan una recesión, tampoco dan motivos para esperar una fortaleza económica continua.
Gastos de capital y productividad
Además, las noticias sobre nuevos gastos de capital generan preocupación. Según la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio, el gasto real en equipos y nuevas instalaciones productivas cayó durante el tercer trimestre, lo que no augura nada bueno para la futura capacidad productiva o el crecimiento de la productividad del país.
Consumo y finanzas de los hogares
El gasto de los consumidores también ofrece razones para dudar de la durabilidad del auge de consumo actual. La Oficina de Análisis Económico señala que la mayor parte del gasto reciente provino de desembolsos en bienes duraderos, como automóviles y electrodomésticos.
Este tipo de gasto generalmente es seguido por una disminución, lo que podría indicar una reducción del consumo en el futuro cercano.
Además, la inflación superó el crecimiento de los ingresos de los hogares durante tres años consecutivos. El ingreso real de los hogares ha disminuido durante este tiempo, mientras que el gasto real de los consumidores se ha mantenido, lo que implica una disminución en los ahorros de los hogares. Esta tendencia no puede sostenerse indefinidamente.
Redacción: RLC Noticias