El partido fue por los cuartos de final de la Copa Libertadores del 2013 y, en una definición eterna, se patearon 19 penales.
Los dos equipos argentinos se jugaban el pase a la semifinal de la Copa Libertadores de ese año. Por un lado estaba Newell’s, que todavía no había salido campeón, pero ya demostraba ser uno de los mejores equipos del país, y por el otro Boca, que tenía a Juan Román Riquelme en cancha y a Carlos Bianchi en el banco.
En la ida igualaron 0 a 0 en la Bombonera y la vuelta se jugó en el Coloso Marcelo Bielsa. Luego de volver a empatar sin goles, todo se definió en la tanda de penales, que tuvo 19 tiros. Por los nervios y la tensión del momento, varios jugadores erraron; el más recordado por los hinchas rojinegros es el que el Patón Guzmán le atajó a Riquelme quedándose parado en el medio del arco y que le permitió al equipo rosarino empezar con ventaja.
Varios disparos después, Maxi Rodríguez le puso punto final a la historia, convirtiendo el tiro final que le dio el pase a las semis a Newell’s, que, posteriormente, se enfrentó al Atlético Mineiro de Ronaldinho. Si bien le había ganado la ida 2 a 0 en Rosario, en Brasil no pudo aguantarlo y perdió en la definición desde el punto penal.
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