Se cumplen treinta y ocho años de la obtención de la Copa del Mundo de México en 1986, el histórico Mundial que tuvo a Diego Maradona como la gran figura.
Aquel 29 de junio de 1986, en el estadio Azteca de Ciudad de México, la Selección argentina se consagró campeona del mundo tras vencer a Alemania Federal por 3-2 en una final vibrante. Bajo la dirección técnica de Carlos Bilardo y con Diego Maradona como figura indiscutida, Argentina alcanzó la cúspide del fútbol mundial, escribiendo una de las páginas más gloriosas de su historia deportiva.
El torneo de 1986 es recordado no solo por la conquista del título, sino también por la actuación legendaria de Maradona, quien dejó una huella imborrable en el campeonato. Su inolvidable gol conocido como “La Mano de Dios” y el espectacular “Gol del Siglo” contra Inglaterra en los cuartos de final son momentos que aún hoy se narran con admiración y asombro.
Argentina y Alemania Federal se enfrentaron en una de las finales más memorables en la historia de la Copa del Mundo. Aquel partido, que culminó con la victoria de Argentina por 3-2, no solo consolidó a la Selección como una potencia del fútbol mundial, sino que también dejó una huella imborrable en la memoria de los aficionados de todo el planeta.
Sobre el partido
Argentina llegó a la final tras una campaña brillante, destacándose por su creatividad ofensiva y solidez defensiva. En cambio, Alemania Federal, dirigida por Franz Beckenbauer, llegó a la instancia decisiva con su característico juego disciplinado y táctico.
El partido comenzó con un dominio claro de Argentina, que se reflejó en el marcador al minuto 23 cuando José Luis Brown abrió el marcador con un certero cabezazo tras un tiro libre. La euforia se apoderó de los hinchas argentinos y el equipo supo capitalizar el impulso anímico. En el segundo tiempo, Jorge Valdano amplió la ventaja en el minuto 55, anotando el 2-0 y sembrando la esperanza de un triunfo cómodo para la albiceleste.
Sin embargo, Alemania Federal no se rindió y mostró el espíritu combativo que la caracteriza. En el minuto 74, Karl-Heinz Rummenigge descontó para los germanos, encendiendo las alarmas en el equipo argentino. Apenas seis minutos después, Rudi Völler empató el partido con un cabezazo preciso, igualando el marcador a 2-2 y llenando de tensión el ambiente en el estadio.
Cuando parecía que el partido se encaminaba a tiempo extra, Diego Maradona, quien había sido controlado eficazmente durante gran parte del encuentro, apareció con una genialidad. En el minuto 84, con una asistencia magistral, habilitó a Jorge Burruchaga, quien corrió hacia el arco rival y definió con precisión ante la salida del portero Harald Schumacher, marcando el 3-2 definitivo.
El pitido final desató la alegría desbordante de los argentinos, tanto en el estadio como en todo el país. Argentina se coronaba campeona del mundo por segunda vez en su historia, tras el título obtenido en 1978. Diego Maradona, con su extraordinaria actuación a lo largo del torneo, se consolidó como el mejor jugador del mundo y un ícono del fútbol.
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